El paso de Alejandro Magno por la historia ha sido muy importante. Sus hazañas le han convertido en un mito y, en algunos
momentos, en casi una figura divina.
Alejandro nació en el mes de agosto de 356 a. C. La
sucesión al trono
macedonio debía
ser para un hermanastro llamado Arrideo, hijo de Filipo y una bailarina, pero
fue rechazado por su deficiencia mental. Esta situación puso a Alejandro en primer
lugar para ser el sucesor, por lo que fue educado como un príncipe heredero.
Recibió enseñanzas físicas y literarias, destacando su
interés por los poemas épicos donde se alababan a los héroes de los que
descendía. Más tarde ingresó en una academia y una vez formado, Alejandro fue
puesto bajo la tutela de Aristóteles, quien continuó con la educación griega que estaba
recibiendo e hizo que se interesara por la geografía, la medicina, la poesía,
la zoología, la botánica. Entre ellos surgió una fuerte relación que influyó en
las ideas de ambos.
Paralelamente a esta formación académica, el príncipe
continuó con su formación atlética y militar, importante para los diversos hechos
de armas que vivirá más adelante.
A los 16 años participa en su primera campaña militar,
luchando contra los tribalos y los ilirios, pueblos asentados en la frontera
norte del país, adquiriendo experiencia en los más duros métodos militares.
A los 20 años Alejandro ostentaba los cargos que fueron
anteriormente de su padre: comandante supremo de la Liga Helénica, comandante
en jefe de la Liga de Corinto y presidente de la Liga Tesalia. De esta manera
se ponía de manifiesto que el joven rey era el dueño absoluto de Grecia.
Alejandro salió de la ciudad de Pella, capital de
Macedonia, y durante once años se dedicará a conquistar todas las regiones de
Asia.
Su ejército estaba constituido por unos 19.000
infantes, 4.000 jinetes, 7.000 arqueros y 900 unidades de tropas auxiliares
pero el Imperio Persa contaba con un ejército superior. Aun así, Alejandro
obtuvo la victoria debido a que las provincias imperiales más alejadas estaban
controladas por puestos fortificados y los recursos imperiales eran casi
ilimitados.
La primera victoria sobre los persas tuvo lugar en la
batalla de Gránico (río Gránico), en el mes de junio de 334. Alejandro obtenía
además una importante victoria moral y el apoyo de algunas ciudades griegas de
Asia. La campaña no había hecho nada más que empezar.
En noviembre del año 333 tuvo lugar la famosa batalla
de Issos. El triunfo de
Alejandro le abriría las puertas de Siria y, por extensión, de Asia. La caída del Imperio
Persa era cuestión de tiempo.
El monarca macedonio empezaba a ser considerado como
una seria amenaza para los persas. Sin embargo, Alejandro decidió dirigir sus
pasos hacia Fenicia y Palestina.
El macedonio fue recibido
en Egipto como
un auténtico héroe. Adoró a los dioses egipcios y reconstruyó algunos templos.
Así se ganó la voluntad del pueblo egipcio, especialmente del clero. Se hizo cargo del gobierno del país, nombrándose
faraón y dividiendo el territorio en tres zonas dirigidas por funcionarios
egipcios, aunque la fuerza militar que supervisaba la seguridad era macedonia.
En el delta del Nilo, Alejandro fundaba la famosa
ciudad de Alejandría, la primera que llevaría su nombre.
Una vez dueño de Egipto, el rey macedonio decidió emprender
la acción más impactante de su aventura asiática: tomar el
corazón del Imperio Persa.
En el mes de octubre del año 331 tuvo lugar la
definitiva batalla de Gaugamela( río Bumodos) Alejandro atacó el centro de las tropas persas.
En Babilonia fue recibido como un libertador y colmado de honores.
Desde allí se dirigió a Susa y Persépolis, las capitales imperiales.
Su nuevo objetivo era la ciudad de Ecbatana. La dureza
del avance provocó una sensación de descontento entre las tropas macedonias,
aumentando el ambiente contrario al rey.
Los territorios más septentrionales del Imperio Persa
eran ocupados en el 328, alcanzando la frontera del río Jaxartes. Desde allí
Alejandro decidió descender hasta la India. Se alió con algunos reyes indios
para facilitar la conquista del territorio.
En los diferentes territorios conquistados se
realizarán continuas fundaciones de ciudades, llamadas Alejandría, que
servirían para un estricto control de la zona donde se asentaban.
Los últimos años de Alejandro están caracterizados por
las continuas purgas realizadas entre sus estrechos colaboradores.
Durante la celebración de los Juegos Olímpicos de 324
Alejandro anunció una de sus medidas más controvertidas: el obligatorio regreso
a las ciudades griegas de los exiliados. De esta manera conseguía un amplio
número de incondicionales.
Sin embargo, el decreto amenazaba la estabilidad
política y económica de toda la Hélade. Alejandro era visto por todas las
ciudades griegas como un auténtico tirano, el peor cáncer para Grecia,
consiguiendo un amplio número de enemigos que no llegaron a actuar por la
temprana muerte del rey.
A punto de cumplir los 33 años, el 30 de junio de 323
a. C., fallecía Alejandro en Babilonia,
dejando una serie de proyectos de expansión, siendo el más importante el
control de la península Arábiga, fundamental para lograr el comercio de
especias. El inmenso territorio conquistado será dividido a su muerte entre sus
generales, abriéndose el periodo conocido como Mundo Helenístico.
¿Cómo era Alejandro Magno?
Con el siguiente vídeo podrás ampliar los conocimientos que has adquirido tras leer el texto anterior: Vídeo sobre Alejandro Magno
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada